Elaboración

Tras la poda de invierno, una vez brotada la viña, se realiza la poda en verde, cuya finalidad es controlar las producciones y favorecer la aireación de los racimos, lo que nos permitirá obtener uvas con mejor y más homogénea maduración y mejor sanidad.
Una vez alcanzado el pleno envero, siempre que sea necesario, se realiza un aclareo de racimos para equilibrar la producción y aumentar la calidad de la uva.

El momento óptimo de vendimia se determina a partir del análisis y cata de las uvas de cada parcela, análisis que se realizan a partir de la segunda quincena de agosto.
La vendimia de las viñas más viejas cuya uva se destinará a los vinos de mayor expresión se realiza manualmente en cajas de 15 kg, que se transportan a la bodega y se pasan por una mesa de selección donde se desechan los racimos con maduraciones deficientes o problemas de sanidad, pasando únicamente los racimos en prefectas condiciones.
Las viñas más jóvenes cuyas uvas se destinarán a la elaboración de vinos de corte más joven se vendimian mecánicamente.

Una vez seleccionada, la uva se despalilla y pasa a fermentar en depósitos de acero inoxidable donde las temperaturas de elaboración y los tiempos de maceración y remontado se realizan en función de la variedad de uva y de la edad de las cepas. A continuación, el vino se descuba y pasa a vasijas de cemento revestidas de resina epoxi donde realizará la fermentación maloláctica.
Posteriormente, el vino pasa a barricas nuevas y seminuevas de roble americano y francés donde permanecerán hasta el ensamblaje final de los diferentes vinos y hasta que se decide su embotellado.
Una vez embotellado, se mantienen a una temperatura y humedad controladas hasta que el vino termina su proceso y sale al mercado.

VENDIMIA MANUAL

VENDIMIA MECÁNICA

VENDIMIA NOCTURNA